El viernes pasado por la tarde el tránsito de la ciudad fue un caos absoluto cortesía de los ventarrones que amablemente echaron abajo nuestro (endeble) sistema de luz. Me tomó hora y media llegar a mi casa, pero ir a vuelta de rueda se me hizo amenísimo al echar ojo a los cientos de momentos almacenados en mi iPhone. Nada de fotos artsy. Sólo fragmentos capaces de hacerme sonreír por la historia de la que son parte. Les comparto algunos:
Esos cupcakes de la primera foto se ven ultra deliciosos =P
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