Pero no importa. Con las fotos que sacan ahora los telescopios espaciales y las sondas se puede acariciar un poco esa capacidad de ensoñación infantil que tanto se empolva como adulto. O al menos eso me pasa. No sé cómo pude olvidar lo mucho que me gustan las imágenes del espacio, pero lo había olvidado. Qué suerte la mía haberlo recordado ahora que vi las tomadas por el Observatorio de dinámicas solares de la NASA, encargado de estudiar a detalle los humores del responsable del alumbrado planetario. No está mal recordar de vez en cuando que el infinito y más allá, existen.
*Todas las fotos son cortesía de la NASA (¿de quién si no?). Échenle un vistazo al megaarchivo que tienen en www.nasa.gov
*Todas las fotos son cortesía de la NASA (¿de quién si no?). Échenle un vistazo al megaarchivo que tienen en www.nasa.gov
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