Hay una escena en In Her Shoes en la que Rose (Toni Collete), la abogada que se obliga a tomar una pausa en su vida laboral, sube corriendo unas escaleras, completamente liberada, acompañada por todos los perros que ahora pasea durante sus mañanas. Más o menos así me sentí esta mañana, paseando con el par de perros que tengo de momento como inquilinos. No subimos ningunas escaleras, pero sí atravesamos corriendo un prado que parecía estar ahí sólo para nosotros. Juro que no sólo yo iba gozando el momento. Tan pronto paré, pensé: aquello de la vida está en otra parte me resulta ya una reverenda tontería. La vida está aquí, ahora. Dentro de uno mismo. Incesante. La cuestión es si uno quiere o no admitirlo.
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Anda, anda, escupe...