martes, marzo 30

Directo al corazón


Les dejo, nomás porque sí, este pasaje de El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas, de Haruki Murakami, que me pareció hermoso:

—No dejes que el cansancio se adueñe de tu corazón* –dijo ella–. Mi madre siempre me lo decía. Me decía que, aunque el cansancio llegue a dominar nuestro cuerpo, debemos seguir siendo dueños de nuestro corazón.
—Sí, es un buen consejo –dije.
–Lo cierto es que no sé qué es el corazón. No sé qué significa exactamente, ni tampoco sé cómo se usa. Sólo he aprendido la palabra.
–El corazón no se usa –dije–. El corazón está ahí y basta. Es como el viento. Es suficiente con que puedas sentir su latido.


*La palabra corazón, en japonés, tiene un significado más amplio que en español; abarca ámbitos del conocimiento, los sentimientos y la voluntad, de manera que incluye conceptos como pensamiento, mente, alma y espíritu (N. de la T.)

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