Cuando me los dejaron encargados, a mí me dijeron que había que pasearlos más allá de la esquina al menos una vez. Cosa que yo tomé muy en serio. De modo que este par de peludos no puede quejarse de que durante su inquilinato en mi casa su necesidad de salir a la calle ha sido relegada a segundo término. Pero más que hacerlo por obligación, confieso que las largas caminatas que hemos dado han sido un absoluto disfrute, no sólo porque los veo sonrientes (sí, creo firmemente que los perros también sonríen) hasta las orejas, con el vientecillo dándoles de frente. También porque me gusta sentir mis piernas y pies trabajando, ir viendo las casas, los edificios, los árboles, las plantas, los autos, la gente, otros perros... Sentir que el mundo camina, pues. Será por eso que realmente no me importa recorrer un montón de cuadras para llegar al parque más cercano y luego regresar. A la vuelta, sentir que piernas y pies te punzan es una delicia extraña. Un recordatorio muy simple de la maravilla que es el cuerpo. De lo bien que le cae al ánimo no pensar en ninguna otra cosa que lo que está pasando en tus narices.
Tengo la fortuna-dicha-responsabilidad-situación de tener un perro, y te puedo confirmar que sacarlos a pasear es una terapia para los dos, lo hago 2 veces al día, una corta por las mañanas y una un poco mas largas o incluso corriendo por las noches, creo que tanto para mi perro como para mi, esta rutina es la que nos saca de la verdadera rutina, la que nos sirve para convivir, aunque no nos hablemos, nos conectamos por un tiempo, y disfrutamos de lo que el exterior siempre tiene para ofrecer.
ResponderEliminarAdemás caminar vuelve al perro mas equilibrado, aventarle un juguete una y otra vez lo acelera y asi.
Me da gusto leer que eres una buena dueña sustituta!
Casualmente me consta que lo disfrutan al máximo, tanto ellos como tú. Qué bueno que puedas estar con Taco, aunque sea por un ratito. :)
ResponderEliminarMariano:
ResponderEliminarUfff, sí, pasar un buen rato con tu perro es una delicia. :D
Confieso que a veces extraño mucho tener uno en casa a tiempo completo. Ya será en otro momento.