El calor de efecto invernadero que asfixia mi oficina está a punto de hacerme azotar dormida sobre el teclado. Pero pensar en los periodistos mexicanos, tan serios ellos, cubriendo minuto a minuto la visita de Obama, me desternilla. ¿O realmente tiene algo de noticioso seguir
chop a chop su helicóptero por minutos y minutos? Salvo que alguien esperara que se cayera... Digo.
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Anda, anda, escupe...