miércoles, junio 10

Se me da mal aquello de las 'tribus'

El otro día, mis zapatos de Sra. Editora me llevaron a la primera fila de una de las semanas de moda que se organizan en esta amable-odiable-amable Capital del Caos. Y, fuera de comprobar que la escena fachionosa tiene como mojo alborotarse lo feo a como dé lugar y que la industria de la moda en México no es ni remotamente la sombra de una industria, reafirmé el repelú que los gremios causan en mis ánimos socializadores. Sean los 'istas' que sean: fashionistas, publicistas, periodistas (de cine, de moda, de belleza)... 
Obvio no pertenezco a ninguno porque, aparte de que soy mala-malísima para desenvolverme en ellos a largo plazo, me aburre sobremanera esa manía que tienen de competir todo el tiempo por ver quién carajos sabe más de su tema. Como si se tratara de una eterna partida de maratón. Y, encima, monotemática: Moda-moda-moda. Anuncios-campañas-anuncios. Medios-noticias-medios. Cine-cine-cine. Libros-libros-libros. Puaj. Digo, está bien chacotear un rato con las temáticas que nos obsesionan, pero de ahí a convertirlas en una espiral interminable que no acepta otros dimes y diretes, o construir una madeja de relaciones basadas enteramente en ellas, pues no, no es lo mío. En lo absoluto. De ahí que luego me salga lo separatista, lo individualista y todo aquello que implique poca o nula socialización. De ahí que nunca vaya a eventos 'gremiales' y que, cuando voy, no conozca a nadie. O ni me pelen. De imaginarse, ¿no?: un verdadero círculo vicioso.

1 comentario:

  1. Já, una alma gemela. Siempre que voy a esos eventos acabo sintiéndome ignorante y antisocial.

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