jueves, junio 17

La persona detrás del libro

–¿Por qué la escritura hace que sigamos la pista del escritor? ¿Por qué no podemos dejarle en paz? ¿Por que no nos basta con los libros? Flaubert quería que bastasen: pocos escritores han creído con tanta firmeza en la objetividad del texto escrito y la insignificancia de la personalidad del escritor; y aun así seguimos desobedientemente a nuestro aire. La imagen, el rostro, la firma (...) ¿Cómo es que las reliquias nos ponen tan cachondos? ¿No tenemos la suficiente fe en las palabras? ¿Creemos que los restos de una vida contienen cierta verdad auxiliar?*

Lo confieso: aunque una parte de mí se pregunta si no seré una idiota por ello, en mí rige la parte a la que no le atrae ni un gramo la vida de los escritores cuyos libros me cautivan o han cautivado. Ya. Me dirán aquello de que la biografía de un hombre encierra las coordenadas para explicar su obra. Pero la verdad es que a mí no me importa explicármela ni saber si quiso decir esto o hacer una analogía de lo otro. A mí sólo me importan los mundos y personajes que crean. Las emociones que despiertan. Lo bien que embotellan la esencia humana. Si son miserables, solitarios, alcohólicos, fervorosos creyentes, seres iluminados o una pifia de persona, me da igual. Me quedo con lo escrito y punto. Por más obtusa que eso pueda hacerme.

*El fragmento pertenece a "El loro de Flaubert", incluido en El mejor humor inglés, publicado por Anagrama.

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