Hace unas noches cerré un libro decidida a probar en cuanto me fuera posible un platillo japonés que la protagonista halagaba (katsudon) y que yo nunca había probado. Pude hacerlo al día siguiente (es el tercero de arriba para abajo). Y resultó una explosión de sabor. Y una bomba, porque es muchísimo. Completado el primer bocado se inscribió en mi lista de repetibles una y otra y otra vez. La vastísima comida, además, vino muy a cuento para celebrar un proyecto personal largamente acariciado. Y para mí, en ciertos momentos, ¡provecho! es sinónimo de ¡salud!
*En orden de aparición: Okizuke (calamar marinado en salsa de soya). Misoshiru (sopa de soya con tofu y wakame). Katsudon (filete de cerdo empanizado con huevo y cebolla). Camelado. Me faltó fotografiar un tazón con ensalada, pero tenía tanta hambre que sólo pude pensar en ello una vez que la había terminado.
¡Provecho!
ResponderEliminarHasta los colorcitos de las fotos son tal cual los imginaba mientras leia kitchen.
ResponderEliminar:D