martes, julio 27

Y...no, no pasa nada


Hay circunstancias que nos hacen pensar que el mundo, el nuestro, se derrumbará. Sobre todo cuando se trata de dejar de hacer algo o hacerlo. De tomar una decisión importante. De destronar un status quo. Producto de un cansancio interno insoportable, inmanejable. Uno se separa. Se cambia de trabajo. Vende su auto. Acepta que ya no se está contento... Que va en contra de sí mismo. Y contrario a todas las películas que uno se pasa en la cabeza, dado el paso, nada pasa realmente. El engranaje del mundo sigue andando, tan perfectamente desperfecto como está. Con uno mismo incluido, pero por otro camino. 
Uno entiende que las circunstancias y las personas que nos rodean son etapas. Todo, para ser la mejor versión posible de uno mismo. No para ganarle al mundo. No para demostrar que somos los mejores. No para demostrar que podíamos con todo y con todos. Simplemente para depurarnos. Y entonces, vivir con lo que hay es más posible. Se negocia con uno mismo. No con el mundo. No es que resulte sencillo, pero detrás de ello hay una serenidad que no existe detrás de la resistencia necia a todo lo que nos acontece. 
Asumir todo ello ha provocado que en las últimas semanas, si algo he revalorado, si algo he gozado, son las cosas más simples y en apariencia anodinas, las más rutinarias, pero que me han hecho hacer las verdaderas paces conmigo, como:


1. Tener tiempo para pensar.
2. Bañarme por las noches.
3. Realizar labores domésticas.
4. Cocinar y comer.
5. Un abrazo.
6. Los alcances de la paciencia.
7. Sonreír por nada en particular. 
8. Mi cuerpo.
9. Llorar.
10. Respirar y escuchar los latidos del corazón.



2 comentarios:

  1. Mi querida y maravillosa MonMargo:

    Gracias por compartir lo más profundo de tus adentros. Es bueno saber que hay más de un alma cuerda o absolutamente loca (como uno) andando por ahi en la vida.

    El universo te va poniendo donde debes estar y en el momento adecuado. Para mi fue como si después de un largo camino volviera al mismo punto; a casa. No siempre será fácil, pero habrá señales como tu post que te haga volver a mirar el camino y sonreir.
    Un abrazo entrañable
    ev

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  2. Ev: Mil gracias por tus palabras. Ciertamente no ha sido sencillo regresar a casa, pero es lo mejor que he podido hacer por mí. Sin duda. Y ya ves, resulta que en esos trajines uno se encuentra con personas que lo comprenden. :D Abrazote.

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